Aplicaciones del Combustible Oxihidrógeno

El hidrógeno es la fuente de energía más abundante y renovable disponible, y es el componente más importante de cualquier aplicación de oxicombustión.  La combustión de hidrógeno y oxígeno sólo produce dos subproductos: la liberación de energía en forma de calor y el agua (H2O).  Si se separa el agua en hidrógeno y oxígeno, y se vuelve a combinar mediante la combustión, el resultado es agua, lo que la convierte en una fuente de energía verdaderamente "verde".

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A pesar de la abundancia del hidrógeno, se necesita una enorme cantidad de energía para separar el agua en hidrógeno y oxígeno para que su energía sea competitiva con otros gases combustibles, por lo que su precio no refleja su disponibilidad.

El uso de combustibles de oxihidrógeno no es nuevo en la industria de la conformación de metales.  En el pasado, el hidrógeno era el combustible elegido para cosas como el corte bajo el agua y aplicaciones especiales de soldadura, como la soldadura de aluminio o plomo.  En la actualidad, el oxihidrógeno se sigue utilizando cuando se necesita una llama sin contaminantes, como el carbono emitido por la combustión de los combustibles de hidrocarburos ordinarios.  La formación de vidrio de laboratorio, el pulido de vidrio acrílico y la fusión de metales preciosos son usos comunes de las llamas de oxihidrógeno hoy en día. 

Harris recomienda utilizar equipos de acetileno-oxígeno de igual presión para las aplicaciones de oxihidrógeno con una excepción: se necesita un regulador con un CGA de 350 n una botella de hidrógeno.  Un 350 es generalmente para gases combustibles de alta presión (>500 psig) frente a la conexión CGA 510, más común, pensada sólo para cilindros de gas combustible de baja presión.  Aunque el hidrógeno es mucho más fino que el gas acetileno y requiere el uso de una proporción de oxicorte muy diferente, el resultado es una llama caliente, limpia y estable cuando se ajusta la presión de gas correcta.  Consulte la tabla de puntas de acetileno de Harrirs para ajustar la presión de gas correcta, y asegúrese de utilizar el mezclador y combinación de tubo / punta correctos para su aplicación.

Al encender una llama de oxihidrógeno, ésta es pálida y prácticamente no tiene color.  Esto se debe al hecho de que prácticamente no hay carbono presente, lo que difiere de una llama de combustible de hidrocarburo tradicional.  La llama de oxihidrógeno será difícil de ver a la luz del día o en una habitación muy iluminada, por lo que hay que tener mucha precaución: no hay nada más peligroso que una llama que no se puede ver.

Aparte de la visibilidad y el coste, otro inconveniente del uso del hidrógeno como combustible alternativo es que tiene una mayor tendencia a las fugas.  Esto se debe al hecho de que es la sustancia más delgada disponible y puede ser difícil de contener si no se maneja adecuadamente.  Comprueba siempre si hay fugas dos veces antes de encender cualquier llama..